PINAR DEL RIO Y VIÑALES

Llegamos a Pinar del Rio despues de dos horas y media de autobus donde por la autopista vimos a todo tipo de gente en todo tipo de transporte, bicicleta, moto, caballo, coche, coche de los 50´s, autobus, mini autobus, autobus de los 50´s, camiones de los 50´s remolcando cualquier estructura sobre la que viaja gente….de todo.

A la llegada a la estacion espera una cuanta gente para ofrecerte las casas particulares y nos fuimos con Jose Luis, un cubano que nos ofrecio la casa de su hermano por 15 cuc la noche y nos fuimos a verla. Dos camas y aire acondicionado.

Todo el lujo que pretendiamos por el minimo precio.El mismo Jose Luis trabajo en la agencia de viajes donde teniamos que reservar la excursion a Viñales para el dia siguiente asi que fue facil….pero no rapido porque aqui la pachorra es el deporte nacional…. y nos conseguimos una excursion de todo el dia con comida incluida por 10 cuc. Y nos fuimos a comer acompañados todo el rato por Jose Luis, persona muy servicial pero a veces demasiado apegada. Comimos barato y nos fuimos a ver si conseguiamos un internet en algun lado y yo para llamar a Joaquin, rogarle y suplicarle que me tragera el objetivo y darle las ultimas indicaciones antes de que viniera a Cuba. Abandonados por Jose Luis seguimos nuestro tranquilo recorrido por el pueblo

y nos sentamos en unos kiosquillos de una plaza donde estaban las juventudes pasando el rato y rapeando a voz en grito. Nos tomamos unas cervezas acompañadas de patatas fritas hiperbaratas pero riquisimas, recien fritas. Una caja entera de patatias por 20 centimos de euro mientras que conocimos y charlamos con el HULK HOGAN NEGRO cubano. Y ya esta, nos fiumos a dormir tranquilitos y pronto y a disfrutar del aire acondicionado mientras leiamos antes de dormir.

Al dia siguiente prontito arriba que te vas de excursion. Pero el autobus que tenia que recogernos no  llega y media hora despues de la hora de salida estabamos con cara de jota y viendo a ver que pasaba. La excursion era para ir a visitar el Valle de Viñales en el centro de la Provincia de Pinar del Rio donde veriamos, el mural de la Prehistoria, el Cimarron de los Palenques y la Cueva del Indio. Al final estariamos en un hotelito donde nos darian de comer y estariamos en la piscina hasta terminar el dia. Pues a las 9 de la mañana nos dicen que nos han solucionado el tema. Nos ponen un taxi solo para nosotros que nos lleva hasta el punto de recogida del autobus que es el mismo hotelito donde comeriamos. Llegamos al hotelito y las vistas del Valle de Viñales son expectaculares con sus cultivos , palmeras y Mogotes ( los mogotes son las grandes formaciones rocosas que no llegan a ser montañas pero que estan ahi en medio  como si fuesen grandes piedras en mitad de un jardin).

Y nos viene a recoger un microbus absolutamente solo para nosotros con nuestro canductor particular. La excursion que habiamos elegido no incluia la entrada a todos los sitios, solo el transporte hasta ellos ( en la agencia nos querian cobrar el todo incluido a 48 cuc). Nuestro conductor majete nos coloto en todos los sitios a visitar por la puerta de atras y no pagamos ni un duro ni en el Mural,

ni el el Palenque con su Cueva ( el Palenque era el refugio de los esclavos escapados de los cafetales o de las plantaciones de tabaco y que se escondian en las cuevas de los Mogotes).

Solo tuvimos que pagar la entrada a la Cueva del indio donde ademas montamos en barquita que recorre el rio interior de la cueva.

Bastante bonito todo y ademas nos paramos un rato en el centro del pueblo de Viñales para pasear un poco por su placita y a las 2 y media de la tarde estabamos de vuelta en el hotelito encantador comiendo con vistas a todo el valle y una hora despues a remojo en su piscina. Que estres de dia!!!

Y a la mañana siguiente nos levantamos tardecito, por aquello del ritmo cubano, y solo vimos una fabrica de licor (con su consiguiente explicacion e intento de venta del susodicho licor y yo me hacia el sueco haciendo como que me fumaba un purito )

y nos compramos el ticket de vuelta a La Habana y anduvimos todo el dia regateando el precio de un taxi que nos llevara a una hacienda tabaquera. Finalmente conocimos a un chico que nos ayudo a encontrar a alguien, Enique, por el precio que queriamos.

En un principio nos llevo a unas casas donde supuestamente hacian puros ( de forma ilegal parece ser ) pero como eran la 4 y media de la tarde o mas y no teniamos buena pinta desconfiaron de nosotros y nos dijeron que ellos ni puros ni nada de nada que nos habian informado mal, y el taxista tomo la razonabilisima decision de llevarnos a la Hacienda del respetadisimo y emparentado como suegro con una hija suya Don Sancho Cuba. Al llegar nos informo que este hombre es de los mejores cosechadores de tabaco y que teniamos mucha suerte por habernos llevado alli. Al principio no nos creiamos ni una palabra porque ya nos habia fallado con los otros tabaqueros y llegamos a lo que parecia una casa normal y traquila con sus gallinas, sus ocas y un monton de terrenos sin cultivar ni tratar.

Por el camino hasta las haciendas el taxista, Enrique, nos instruyo un poco en el proceso de siembra y cuidados del tabaco. Estabamos en mala epoca porque ya se habia recogido todo el tabaco de los campos y se habian plantado maiz en muchos de los campos entre estacion y estacion para la conservacion de las buenas propiedades del suelo para el tabaco. Esto no se hace en todos los campos y muchos permanecen sin sembrar ni nada hasta la proxima temporada. Se siembra y se hace crecer el tabaco y se recoge entre diciembre y junio. Se lleva a secar la hoja de tabaco y se hacen montones segun la calidad y el tipo de hoja. Pues con todo esto en la mente y un grito de Enrique – “¡¡¡Sanchoooo!!!” aparece detras mio un señor de entre 50 y 60 años, pequeño y fibrado por el trabajo de campo. Ojos pequeños y listos aunque ligeramente ojerosos y manos curtidas por el contacto con la tierra. – Hombre Enrique, haber dicho que venias-. Desde el primer momento este hombre me encanto. hablaba como cuando te habla tu abuelo de su vida, con un amor y un cariño a lo que habia sido toda su vida, y la de su familia antes que el, que te daban ganas de viajar un poco al pasado para vivir con el todas las tardes y noches que nos contaba se pasaba paseando y vigilando sus plantaciones, sus noches en vela por si llueve o hace viento y cerrar o abrir las ventanas de los secaderos de hojas para que conserven todas sus propiedades, de lo que hay que añadirle a la tierra, de como hacer los retoños de las matas de planta de tabaco y transplantarlas entre los 37 y 40 dias de haber germinado, de las 7 u 8 recolectas de hoja que tiene cada planta de tabaco, de como se seleccionaba, de las personas que trabajan con el, de sus viajes al extranjero representando a Cuba ( contando mil anecdotas de su viaje a Alemania y de como el estado cubano le pidio que devolviera cierto dinero que se habia gastado invitando a gente en la feria de Tabaco  o que presentara ciertos comprobantes que ni se imaginaba tenia que pedir). Cuando nos paso al secadero y saco de unos enormes fardos preparados para enviar a la fabrica de puros unas hojas de tabaco y nos dejo olerlas y sentir los aromas del tabaco y nos hizo una simulacion de como poner el tabaco con sus diferentes capas y nos hizo un ejemplo de elaboracion de puro mientras Enrique nos traia una tacita de cafe puro, uno de los mejores que he probado nunca, la tarde parecia que se perdia en el tiempo y yo no queria que ese hombre dejase de hablar nunca.

 

Terminadas las explicaciones del tabaco paso a enseñarnos un poco de su vida y nos llevo a la cochera donde tenia metida esta maravilla y nos dejo montarnos en ella mientras alardeaba de como dejaba atras a cualquier coche cuando iba hacia la Habana. Con esto y una presentacion a  toda la familia y entrar en su casa y despues de otra media hora de conversacion nos fuimos de casa de Sancho, la humildad hecha persona y la amabilidad y simpatia sincera de un hombre de campo tranquilo y orgulloso de su labor tabaquera. Una de las mejores experiencias de mi viaje por Cuba.

Y al dia siguiente levantamos el campamento de Pinar del Rio y volvimos a La Habana porque venia Joaquin , y volvimos a aterrizar en casa de Estrella que nos abrazo al vernos y ya nos habia limpiado y reservado la habitacion. Y por la tarde me fui a recoger a Joaquin al aeropuerto.