Al salir de Cali llegamos a Armenia desde donde teniamos que coger otro autobus hacia Salento pero llegamos 5 minutos despues de que el ultimo autobus saliera y nos tuvimos que quedar a dormir en Armenia que no tiene nada, en un hoteluchin apañado pero nada mas.
A la mañana siguiente nos fuimos a Salento, dejamos las mochilas en el Hostel Plantation, muy tipico al estilo mochilero sin lujos y rural y nos fuimos a recorrer el valle del Cocora. Nos recomendaron llevar las botas altas de plastico alquiladas desde el hostel y aunque a mi no me apetecia gastar mas dinero reconoci horas mas tarde la acertadisima decision que salvaron a nuestras botas de montaña de una muerte segura y de millones de toneladas de barro.
Nos subimos en un jeep junto con otras 6 personas mas sentadas ( total 9 sentadas ) mas los que iban agarrados detras. Total 12 o hasta 15 en un momento dado hasta que llegamos al final del camino para el jeep y nos bajamos ha caminar despues que nos explicar un guia las opciones que teniamos por alli. Antes de nada nos metimos el almuerzo entre pecho y espalda en orma de comida tradicional de la zona. Trucha al horno en crema de leche queso y champiñones. Asi de bien que suena y asi de bien que nos supo.
Y con las fuerzas repuestas nos hechamos a andar al camino embarrado cruzando rios y enfangados hasta las orejas. En nuestra infancia siempre soñamos con un gran charco y con todo el barro del mundo. Pues junta todo mas unas buenas tormentas, eso y un buen camino por donde pasan caballos y ganado dejando sus cositas y tienes un caminito que riete tu de las luchadoras en barro....jjeejejeje que diver!!!!!!!!!
Y vuelta para atrás despues de casi 4 horas de caminata embarrada al pueblo a verlo y pasearlo un ratin antes de que se hiciese de noche. Y justo antes de volver al hostel se nos antoja algo dulce y descubrimos una pasteleria buenisima donde nos quedamos casi media hora comiendo bollitos y dulces.
Pasamos una noche tranquila en el hostel y a la mañana siguiente nos levantamos con la intencion de conocer y visitar los terrenos de Don Elias y su finca donde mantiene junto con la ayuda de su nieto Jose Asdrubal. Despues de una horita de caminata y 5 kilometros de paisajes preciosos llegamos a Las Brisas que asi se llama la finca y nos encontramos con el nieto, que no el abuelo porque andaba dando una conferencia sobre turismo dado que es una especie de eminencia con el café y todo el mundo en la zona le conoce.
El nieto lejos de sus 19 añitos demuestra todos los conocimientos que esperabamos del abuelo y ademas es bastante majete al explicarnos toda la finca con el proceso del café, desde las planta, variedades, recolectas, plantas accesorias en la plantacion como bananos, naranjos, piñas etc, hasta como se deseca el café y como se consume. Todo en una hora donde al final degustas el tinto ( café solo que es asi como aquí le llaman) con azucar que ellos mismos producen. Riquisimo.
Pelado del cafe. Secado y clasificacion.
Tostado del cafe durante una hora removiendo bien a fuego lento.
Molinillo de cafe y……………………..Listo para hacer un tinto, exquisito!!!
Y bajo una buena tormenta regresamos a Salento para comer en un buen restaurante de nuevo un poco de trucha y August un buen trozo de Res, los dos al ajillo. Nos encontramos con cuatro españolitos, raros por estas tierras de ver, y nos quedamos charlando un rato antes de recoger nuestsa cosas del hostel y volver a coger autobus camino del Mariposario.
Salento es una pequeña maravilla colombiana que ojala se conserve asi de pequeñito y no tan turistico como otros sitios y siga toda la vida con ese color verde tan precioso.
